19 sept 2010

Odiar en tiempos revueltos

Abro los ojos, me levanto, me lavo la cara y me miro al espejo, un doble mío pero un tanto inverso me devuelve la mirada y entonces lo sé... hoy estoy de mala leche. Pero mala leche, de esas que no puedo mirar fijamente a nadie a la cara porque lo mando rápido a Pekín (por ser fina) y que no vuelva, esos días en los que odio al niño pequeño que otras mañanas me hace reír con su mochila de Bob esponja y su cántico de la serie en voz en grito, mataría a Bob esponja si lo tuviese delante, lo mataría muy lentamente delante de todos esos críos que por las mañanas rompen el silencio del soñoliento con sus griteríos, porque ¿cómo puede ser que de un cuerpo tan chico salga un sonido tan desagradable y estridente?. En fin, esos días que te echan un piropo y en vez de sonreírte o pasar con cierta incomodidad te entran ganas de insultar al piropeador hasta que lo pierdas de vista. Sí, uno de esos días.
No te entiendes ni tú misma por qué te molesta absolutamente todo y de momento aparece él, tu especímen entrañable con una sonrisa, en diez minutos ni tiene sonrisa ni tiene ná, está hasta donde dijimos de tu versión mala lechuna y quiere huir porque no sabe como paliar al basilisco que está en el lugar de su cariñosa y dulce novia.
La razón en simple, se aproxima esa "amiga" que odiamos profundamente pero que sin embargo, si no se hace ver ni se presencia, una la echa en falta y en la mayor parte de las ocasiones la llama a gritos. La "Roja", aparte de ser dolorosa, pegajosa, incómoda y encima no juega ni Jesús Navas... los días previos tu cuerpo te va avisando disimuladamente que se aproxima su llegada. Cambios de humor sin sentido, que un día nos da por la mala leche y otro día parece que hemos escuchado la discografía entera de Alex Ubago y no podemos salir de la depresión en la que nos hemos sumergido.
Chicos, la opción más idónea en es por regla general aguantar dando mimos, intentando comprender y nada siendo pacientes y cariñosos. Claro que si no os veís capaces por poco tacto o simplemente porque realmente te están estando ganas de matar al basilisco que está escupiendo veneno a tu lado pues delicadamente pasad del tema. Aunque ese día o esas horas pasan y la cosa se estabilizan os recomiendo lo primero para que no surjan más adelante resquemores propios de odiar en tiempos de hormonas revueltas.

6 comentarios:

  1. El fondo de tu pagina da mucho juego para este comentario...XD jeje.

    ResponderEliminar
  2. Sí que da juego jaja aunque quizás lo nuestro tenga un color más intenso

    ResponderEliminar
  3. No sólo hay carne tmb hay tomate XD

    ResponderEliminar
  4. No hay piropo más bonito que ese histórico usado por tantos para ligar...

    "¡Niña! ¡Te comía la regla a cucharás!"

    ResponderEliminar
  5. Selu me emociona tu sensibilidad, ¿cuchara de palo o de acero inoxidable?

    ResponderEliminar
  6. Si es que aún queda mucho romántico por ahí suelto :)

    ResponderEliminar