11 dic 2010

Donante

Pegado a una mesa que antaño me pertenecía yaces absorto en tus cosas, es la edad de eso, de las tripas dinámicas y de la divagación mental. Aunque las divagaciones siempre han formado parte de ti, característica que en ocasiones ha desesperado a ciertas personas que simplemente no te comprenden.

Últimamente estas con mejor humor, te subes al carro de la guasa que impera en nuestras vidas. A veces, convirtiéndome en el centro de tus bromas, otras uniéndonos con la intención de convertir en humor hasta el más mínimo detalle.

Ahí estas sentado en mi silla expropiada comiendo pan, y es que los panaderos hacen diariamente su agosto contigo, riéndote de vídeos extravagantes que youtube recomienda exclusivamente para tí y tu circunstancia. Contándome mientras mil historias a la vez, todas las que no podemos compartir a lo largo de la semana, y es que parece que estamos enemistados a la hora de hablarnos con algún dispositivo telefónico.

Aún te escondes dentrás de las puertas para asustarme, sin tener en cuenta que ya la puerta no te tapa ni el 50% del cuerpo, hecho que no me impide propinarte la tradicional colleja aunque sea de puntillas.

Indeciso, cabezota y aún asi el hombre de mi vida, el único que estará siempre, porque no hay más remedio, porque si me desangro sólo me vales tú, y lo más seguro es que muera desangrada ya que no concibes la relación aguja/brazo, pero luego si puedes visionar películas gore donde hasta el título es escrito a base de leucocitos y glóbulos.

Reconozco que me ha costado compartir contigo dos de las mejores cosas que tengo en la vida, pero al final lo he llevado con elegancia y hasta te he cogido cariño, dieciocho son muchos años y aunque la ley diga lo contrario para mi siempre serás chiquenin, a pesar de que tu cabeza se alce a bastantes centímetros sobre la mía.

1 comentario:

  1. me ha encantado candela, lo describes muy bien. Un besito guapa

    ResponderEliminar